La llegada del COVID-19 es un hecho sin precedentes que ha afectado a todas las economías del mundo. Particularmente, Colombia ha enfrentado uno de los mayores impactos negativos en su mercado laboral. La recuperación de la economía se viene dando de manera heterogénea, en parte, explicado por la paulatina y focalizada reapertura de los sectores económicos. Uno de los retos más grandes ha sido la posibilidad de realizar trabajo remoto, que más allá de las características ocupacionales para poder ejecutarlo, se han evidenciado ciertos desafíos, como acceso a internet y características del hogar, que ponen en juego la realización efectiva de las labores de los empleados. En este documento se dilucida, desde una perspectiva normativa, la diferencia que, aunque sutil, existe en la conceptualización del trabajo a domicilio, teletrabajo y trabajo en casa. Además, muestra los principales hallazgos obtenidos de la encuesta diseñada por el LaboUR que busca entender cómo el desarrollo del trabajo en casa y el teletrabajo incide en la relación empleado-empleador y cómo se percibe estas modalidades de trabajo en el futuro cercano. Los resultados sugieren que: el 83,5% de los encuestados perciben que sus actividades laborales en teletrabajo o trabajo en casa han ocasionado una falta de límites entre la vida laboral y personal. Sin embargo, la mayoría de los trabajadores estaría de acuerdo con no realizar su actividad totalmente presencial. Por último, pero no menos importante, 1 de cada 4 trabajadores reportan no tener una conexión a internet adecuada, el 18.4% afirma tener dificultad en el uso de herramientas digitales y alrededor del 40% de encuestados están de acuerdo que el trabajo en casa tiene afectaciones negativas sobre la salud física y mental. Se recomienda hacer un análisis juicioso del contexto en el que viven los trabajadores, lo cual es esencial para desarrollar políticas públicas que den respuesta a los retos presentados.
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